Colombres es una pequeña comuna rural del este tucumano. Los que han viajado por Tucumán dicen que es uno de los lugares más bellos de la provincia, junto con lugares como La Ramada. Con aproximadamente 15.000 habitantes, Colombres es un importante centro industrial y agroindustrial; en su interior se encuentra el Ingenio Cruz Alta además de una decena de industrias menores. Sin embargo, en todo el pueblo no había un sólo cajero automático: para sacar plata sus habitantes debían recorrer 20 kilómetros hasta la ciudad más próxima, San Miguel de Tucumán, la capital. Hace unos días esto cambió: Red Hasar se alió con un comerciante local para instalar en su polirrubro un cajero automático de su red no bancaria, la primera de la Argentina impulsada por una empresa no financiera. “Fue literalmente una revolución. Hasta hubo una inauguración, algo inédito para un cajero”, rememora con satisfacción Ignacio Viar, COO de Red Hasar. “Ya se hacen hasta 40 extracciones por día”, celebra.
En los cajeros de Red Hasar, una unidad de negocios de Grupo Hasar, conocido por su tradición e historia en el desarrollo de software y hardware, se pueden realizar operaciones como extracción de dinero, consulta de saldo y adelanto de efectivo con tarjeta de crédito. Mediante acuerdos con los comercios, los cajeros de Red Hasar pueden instalarse en una tienda, una estación de servicio, una cochera, un hotel, un supermercado o en un restaurante. Los comercios son los responsables de la recarga de los billetes en el cajero, que se alimenta del flujo constante de dinero de la operatoria del negocio. Al siguiente día hábil, Red Hasar repone al comercio la cantidad equivalente de dinero que retiró la gente del cajero instalado en el local, mediante una acreditación en su cuenta.
Hasar lanzó su red en noviembre del año pasado; la pandemia de coronavirus ralentizó el proceso de instalación de nuevos cajeros pero no lo detuvo: la compañía espera terminar agosto con 40 cajeros instalados, el 2020 con unos 80 y para el 2021 está previsto alcanzar los 200. Hay cajeros de Red Hasar en importantes centros urbanos, como en los aeropuertos de Puerto Iguazú, Tucumán y Salta; o los que están en locales comerciales de Moreno, La Tablada y Mercedes. Uun nicho clave para Red Hasar son los lugares donde hay pocos cajeros, o directamente no hay, como en tantos pueblos y localidades del interior, o algunos barrios de las ciudades alejados del centro o la zona financiera. Esta iniciativa está vinculada a cumplir un objetivo social clave: la bancarización y la inclusión financiera, que en nuestro país exhiben números muy bajos. Según datos del Banco Mundial, Argentina muestra una tasa de 59 cajeros cada 100.000 habitantes debajo de Uruguay, por ejemplo, que tiene 120, o de Brasil, con 105.
El comercio que instala un cajero de la red tiene un ahorro en el movimiento de caudales y una mejora en su clearing. El esquema habitual de un comercio es tener un retiro de dinero dos veces por semana y Red Hasar, en cambio, acredita en la cuenta del comercio el día hábil siguiente. Es también un poderoso factor de atracción de público en general. Instalar un cajero cuesta entre 7 u 8 mil dólares. La red de Grupo Hasar también hará un aporte a la “nueva normalidad”, porque la cercanía de unidades adonde antes no había evita desplazamientos que podrían ser fuente de contagio y propagación del virus. Hoy, uno de los cajeros más utilizados de Red Hasar está ubicado en Villa Fiorito. El podio lo comparte con Rosario y Mercedes.