La compañía argentina dedicada al desarrollo de soluciones integrales para todo tipo de comercio, viene desarrollando un amplio programa de trabajo comunitario. El programa de Donación Voluntaria de Sangre y el de Reciclado de Electrónicos, son dos claros ejemplos de ello.
Grupo Hasar, empresa especializada en el desarrollo y comercialización de soluciones tecnológicas para todo tipo de comercio tiene un amplio programa de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) con foco en diversos temas de alto impacto y relevancia para la comunidad. Desde donaciones de lana y alimentos hasta campañas para fomentar la donación voluntaria de sangre y el reciclado de desechos tecnológicos.
Dentro del amplio programa de RSE, la compañía cuenta con eventos que ya son un clásico, como la Navidad Solidaria, en la cual miembros y amigos de Grupo Hasar se reúnen desde hace varios años para armar cajas personalizadas con productos navideños y regalos para familias carenciadas. Otra acción que se efectúa desde hace 3 años es la organizada por Hasar Sistemas, que regala un combo Big Mac a cada colaborador para que consuman en el día Mc Feliz y de esta manera colaboran con la campaña solidaria que propone la cadena de hamburguesas a través de la casa de Ronald Mc Donalds.
A su vez, con el cuidado del medio ambiente como uno de los ejes centrales del programa de RSE, Grupo Hasar lleva más de 10 años ejecutando el programa de Reciclado de Papel. Desde 2007 a hoy se donó 18.322 kg de papel, evitando así la tala de 311 arboles medianos.
Dentro de ese conjunto de acciones solidarias, hay dos programas que están adquiriendo una especial relevancia debido al interés y adhesión que concitan: el de Donación Voluntaria de Sangre y el de Reciclado de Electrónicos.
Donar sangre, un bien para todos
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el hecho de donar sangre ¨contribuye notablemente a salvar vidas y a mejorar la salud. La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona. La decisión de donar sangre puede salvar una vida, o incluso varias si la sangre se separa por componentes (glóbulos rojos, plaquetas y plasma), que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas¨.
Grupo Hasar junto con la fundación Swiss Medical organizan una colecta anual y voluntaria de sangre en las oficinas. Tan solo entre 2017 y lo que va de 2018, consiguieron ayudar a más de 70 personas. A sus 61 años, Silvia Marsilla, analista de Administración de Symbar y donante voluntaria cuenta que donar sangre es sinónimo de solidaridad. Sin embargo, ¨lamentablemente no hay una concientización generalizada de lo que realmente significa dar solo un poco menos de ½ litro de nuestra sangre. No solamente se salvan vidas, se fortalece la esperanza o se mejora la calidad de vida de las personas, sino también provoca en nuestro organismo un bienestar enorme, pues saber que estamos ayudando a quien lo necesita, genera endorfinas que nos hacen más felices¨.
Silvia celebra que este tipo de iniciativas surjan de la misma empresa en la que trabaja: ¨Seguiré donando hasta que mi cuerpo pueda. Con acciones solidarias como estas, podemos ponernos en el lugar del otro. Es ejercitar un acto de humanidad, y si podemos lograr unirlo al reconocimiento de que no estamos exentos de que algún día podamos ser nosotros los receptores, podremos practicar el acto de regalar a alguien el mejor obsequio del mundo, que es compartir vida¨.
Las pilas puestas y los desechos tecnológicos en su lugar
Grupo Hasar, siguiendo con su filosofía de responsabilidad con el medio ambiente, lleva adelante el programa de Reciclado de Electrónicos. El mismo funciona de la siguiente manera: todos los descartes de material electrónico, como por ejemplo PC, monitores, fuentes y plásticos reciclables, se los deposita bajo techo, en unos contenedores. Cuando estos se llenan, son llevados a la Cooperativa Bella Flor ubicada en el predio del CEAMSE, en donde se encargan de separar todos los elementos reciclables, para su posterior tratamiento de recuperación. Se descartan unos 2 m3 anuales. Por otro lado, los materiales como restos de pintura y pilas o baterías agotadas, se depositan en otro recipiente llamado BIN, que luego otra empresa se encarga de destruir a 1300º C de temperatura.
Adrian Rosati, Jefe de producción de Compañía Hasar, destaca: ¨Personalmente me encuentro identificado con esta operatoria, ya que es algo que uno en su domicilio realiza (separar lo reciclable de lo que no), teniendo la esperanza que mis hijos no reciban un mundo tan contaminado. La mejor manera es predicar con el ejemplo, por eso también las pilas y otros desechos tecnológicos personales son traídos a la empresa para su posterior desintegramiento¨.
Las acciones de RSE en las empresas argentinas son algo que ya cuenta con muchos años de historia. Tal vez lo que hace diferente a compañías como Grupo Hasar es el carácter innovador de estos programas de responsabilidad social empresaria. La incentivación a la donación voluntaria de sangre y el reciclado de residuos tecnológicos son un claro ejemplo de ello.