Expertos analizan los distintos escenarios que se avecinan a partir de que se abrió el juego para que las empresas encargadas de procesar y validar las operaciones con tarjetas de crédito ofrezcan a los comerciantes la posibilidad de operar con todos los plásticos.
Hay un antes y un después dentro del mercado de las tarjetas de crédito y débito y del negocio de los medios de pago en general. Comenzó en Argentina la “multiadquirencia”, es decir la posibilidad para los comercios de cobrar con cualquiera de las marcas de tarjetas de crédito, sin importar la empresa procesadora que haya contratado.
“Esto implica que los comercios van a tener alternativas y opciones para operar con diferentes marcas de tarjetas de crédito y débito”, según lo celebró en un tuit Miguel Braun, secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda.
Así, se abrió el juego para que las empresas encargadas de procesar y validar los pagos realizados con tarjetas de crédito y débito a los comercios (llamadas “adquirentes”) compitan para ofrecerles a los comerciantes la posibilidad de operar con todos los plásticos.
“Los comercios podrán, entonces, recibir mejor financiamiento, precios, servicio y tecnología; y los consumidores contarán con más opciones de pagos y financiación, con menores costos y más plazos”, explicó Braun.
“El cambio es paradigmático de cara a los servicios que los comercios necesitan, de acuerdo a la exigencias que hoy atraviesa el mercado. La apertura de la adquirencia, sucedida a partir de enero 2019, abre la posibilidad al comercio de elegir con quien procesa sus transacciones bancarias, en particular Visa y Mastercard (tanto débito como crédito). En este nuevo escenario, tanto Prisma como First Data siguen procesando marcas regionales y locales en forma exclusiva hasta el momento, pero a partir de este cambio ambas tienen posibilidad de procesar Visa y Mastercard, porque firmaron la adquirencia con estas dos marcas internacionales”, señala Pablo Díaz, Director de Hasar Sistemas.
Según Díaz, el escenario tenderá a volverse más dinámico y puede ir modificándose. “En el futuro esas marcas regionales y locales también podrían buscar ser adquiridas por mas de un operador, y además podrían ingresar nuevos adquirentes que representen a las marcas internacionales de igual forma que los que hoy lo hacen”.
Adquirencia, para comprender de que se trata hay que imaginarse la siguiente escena: una persona concurre a un negocio y adquiere un bien o servicio y lo paga con tarjeta, de crédito o débito. El comerciante recibe el plástico y lo pasa, entre otras variantes para cobrar, por una terminal de punto de venta, punto de inicio del proceso de la adquirencia, que arranca en la tarea de provisión de ese hardware que captura los datos de cuenta del cliente y los envía de forma segura a la firma adquirente ( hoy por hoy Prisma, que antes sólo procesaba Visa; o First Data, que hasta el año pasado hacía lo propio con Mastercard).
La terminal instalada en el negocio se conecta a la red de alguna de las tarjetas y le solicita la autorización de pago al banco emisor de ese plástico, es decir que dirá si el comprador tiene fondos suficientes o si dispone del crédito necesario para la operación, según lo haga con débito o crédito. Cuando la autorización del banco emisor llega al establecimiento, también a través del adquirente, éste habilita el depósito en la cuenta del banco con el que opera el negocio donde fue adquirido el bien o servicio, para completar el proceso.
El proceso de la adquirencia, que ocurre entre el establecimiento comercial que cobrará con un depósito en su banco y el banco emisor de la tarjeta que usó el cliente, exige fundamentalmente seguridad y dinamismo. “El también llamado ‘acquirers’ es la entidad responsable por el procesamiento de la transacción, proveyendo los dispositivos, la infraestructura y los procesos que permitan rutear la información a las marcas de tarjetas o a sus autorizadores de forma de concluir la transacción”, explicó Díaz.
“En el ecosistema vigente hasta finales de 2018, el comercio podía adquirir el dispositivo de lectura de tarjetas a uno u otro adquirente, pero no tenía poder de decisión alguno ya que Visa era procesado por Prisma y Mastercard con First Data“, agregó.
Para Díaz, “saber que en un mercado el proceso permite la libre y abierta competencia, debería colaborar en garantizar nuevos y mejores desarrollos tecnológicos, transparencia en las comisiones a los comercios desde el punto de vista adquirente, mejorar el servicio y por sobre todas las cosas acompañar el crecimiento de los comercios para eficientizar los procesos operativos y el posicionamiento”.
El comercio también puede recibir todos los beneficios de un proceso que suma competencia, desde mejores servicios en la atención al cliente para el comercio; nuevos servicios que ayuden al proceso y la administración del negocio y la posibilidad de obtener beneficios económicos, que favorezcan su ecuación de rentabilidad.
El consumidor también se verá beneficiado sobre todo en el impulso de nuevas tecnologías y prestaciones y como destinatario directo de muchas de las mejoras que haga la red integrada por tarjetas, adquirentes, bancos y procesadores en el marco de la aparición de nuevos medios de pago. Esto porque los adquirentes a partir de la generación de mayores oportunidades de negocios, generarán un proceso de mayor inversión, así como por la necesidad primaria de desarrollar mayores herramientas y nuevas tecnologías que permitan atraer mas clientes en un mercado en competencia.
Hasar Sistemas es un proveedor de soluciones de pagos que acompaña a sus clientes hace más de 50 años, con más de 70 grandes cuentas, más de 12M de transacciones mensuales, más de 100 desarrolladores de Software y 90 técnicos de apoyo post-venta, y cobertura a todo el país. Desde esta perspectiva todos los cambios relevantes en el ecosistema de pagos son parte de la dinámica empresaria y de desarrollo de Hasar Sistemas.
“En esta mirada asumimos diferentes roles y desde cada uno trabajamos en pos del bienestar de nuestro cliente. En nuestro rol de Asesor, tratamos de asegurarnos que todos tenga la información completa en relación a cambios y mejoras, evaluamos en conjunto con ellos las mejores soluciones para el desarrollo de su estrategia de negocio y captación de clientes y en cómo sería el proceso de implementación, que no sólo pasa por lo que la tecnología te permite hacer sino también por cómo eso afecta la vida diaria de nuestro cliente y del cliente de nuestro cliente”, señaló Díaz.
Y agregó: “En pagos, como en otros ámbitos, el proceso al que vamos a someter al cliente de nuestro cliente es casi tan importante para no perder ventas como la tecnología para aceptar el medio de pago. Así es como, por el lado de nuestro rol de proveedores de soluciones tecnológicas, trabajamos para que las mismas tengan la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios que propone el mercado”.